Fumar
es una conducta que se instaura por condicionamiento clásico y
operante. ¿Te acuerdas del perro de Pávlov?, aquel que al oír la
campana salivaba y esperaba expectante la comida, (pues aunque se
descubriera por primera vez en el comportamiento de un animal,
resulta que junto con el condicionamiento operante son los
aprendizajes mas importantes que regulan la mayoría de nuestras
conductas, pues tienen una base genética) y son una serie de
condicionamientos clásicos aprendidos como ese los que hacen al
fumador/a asociar determinados estímulos con el hecho de fumar, por
eso se hace tan irresistible el cigarrillo del café, el de después
de las comidas, el de la caña con los amigos, etc.
Además también intervienen las recompensas del condicionamiento
operante, cuando se empieza a fumar hay un apoyo social por parte de
tus compañeros y amigos fumadores/as que refuerzan esta conducta,
pues no hay nada mas gratificante que sentirte integrado/a y querido/a
en un grupo al que aprecias, además de existir también otros
reforzadores, como el efectuar un acto de rebeldía cuando eres
adolescente, o los efectos fisiológicos de la nicotina que regula
el estado de animo y crea una falsa sensación de relajación,
aunque en realidad la nicotina es un activador del organismo.
Uno
de los reforzadores mas potentes de la conducta del fumador es la
desaparición de los efectos del síndrome de abstinencia con cada
nuevo cigarrillo, pues todos sabemos que la nicotina causa una gran
adicción y que aparece un estado de ansiedad cuando no se mantienen
unos niveles mínimos de nicotina; por eso muchas de las personas
que desean dejarlo empiezan con los parches de nicotina, que si bien
pueden ayudar, normalmente no son suficientes; pues además de los
efectos fisiológicos de esta sustancia, son los estímulos
discriminativos que impulsan a fumar y los refuerzos que mantienen la
conducta los que crean la necesidad psicológica de fumar.
Por
todo esto, la Psicología se convierte en la herramienta mas útil
para el proceso de deshabituación tabáquica, pues nos aporta una
serie de técnicas que nos ayudan a averiguar cuales son esos
estímulos discriminativos y los reforzadores que mantienen el habito
de cada persona en particular, y nos enseña a utilizar los
procedimientos mas adecuados para cada uno a fin de eliminar esos
vínculos que mantienen nuestra conducta, y que una vez aprendidos
los puedes utilizar cuando te sean necesarios, por lo que las
recaídas que suelen ser frecuentes, no se convierten en un fracaso,
sino en una fase mas del proceso donde tu puedes poner en practica
todo tu aprendizaje y poco a poco tener el control de tu
comportamiento, aunque siempre podrás contar con la ayuda de un
profesional que estará ahí cuando la necesites.
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